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El secador de manos: un nido de gérmenes si no se desinfecta correctamente

La situación epidemiológica que vivimos actualmente ha provocado que lavarse las manos se haya convertido en uno de los gestos rutinarios esenciales para prevenir la infección. Usar agua y jabón y frotar durante al menos 20 segundos, seguido de un enjuague, es fundamental. El uso de jabón es el que facilita que se reduzca de manera significativa la presencia de virus y bacterias en las manos. 

Secadores de manos, bacterias y virus

Lo que no se dice tan a menudo es que tan importante como lavarse las manos, es secarlas bien. De hecho, gracias a diferentes estudios se ha demostrado que, si usamos secadores de manos de aire caliente, es probable que el lavado de manos no haya servido de nada. Eso es debido a que los secadores de aire caliente absorben bacterias y esporas bacterianas y las lanzan directamente a las manos recién limpias. 

No está claro cuál es el mecanismo que convierte los secadores en un foco de dispersión de gérmenes, pero todo parece indicar que es la gran cantidad de aire que pasa por estos sistemas y que provoca una enorme circulación dentro de la habitación recogiendo las bacterias que los inodoros han proyectado al aire.

Los investigadores descubrieron que el problema se solucionaba parcialmente con filtros (se reducían hasta cuatro veces los niveles), pero los datos son lo suficientemente preocupantes como para eliminarlos de espacios sensibles como centros de salud y laboratorios donde se investiguen enfermedades infecciosas.

Cómo se desinfecta correctamente un secador de manos

El método que se debe seguir para desinfectar un secador de manos es el siguiente: para empezar, deberá apagarse durante la limpieza o el mantenimiento del secador de manos. Además, cuando lo vayamos a limpiar, los productos de limpieza que contienen ácidos fuertes y álcalis en el inodoro no deben derramarse sobre los secadores de manos y las soluciones de blanqueador u otras soluciones de hipoclorito no deben usarse alrededor de las superficies de la cáscara ni usarse directamente. 

Finalmente, lava la carcasa con un producto específico para ello. Posteriormente sécala con un paño suave y mantén la limpieza durante un tiempo prolongado para que el secador de manos se vea como uno nuevo.

Sin embargo, el proceso de limpiado del secador de manos no ha finalizado, ya que el interior también necesita mantenimiento. Por lo tanto, se debe verificar y reemplazar el filtro HEPA cada seis meses. Debido a que los filtros HEPA pueden bloquear las bacterias y el polvo, estas bacterias o polvo pueden acumularse en el filtro, lo que puede dañar el secador de manos y bloquear el flujo de aire. Además, cuando el secador de manos no se caliente, se debe proceder a revisar y reemplazar el elemento calefactor porque la conexión entre el elemento calentador y la placa de circuito del secador puede aflojarse, lo que significa que no se está enviando energía al calentador.

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